Imperio de la ley
I will say it again:
All boils down to the fact that this state is virtually lawless.
[Of course, the existing laws are more or less the same as in any civilized country, maybe even copied from them.
But they are not applied or applied not evenly and the justice system is corrupt and rotten to the core.]
As neither Spanish nor English is my mother tongue, I ask Sr. PICHARDO to translate the following please:
"(...) c?mo enfrentar los retos (...)
Entre los primeros est?n la falta de energ?a el?ctrica barata y confiable, la carencia de suficientes escuelas y hospitales o la necesidad de crear m?s y mejores empleos, aumentar la producci?n y exportaci?n y equilibrar los presupuestos gubernamentales. Entre los segundos, el desinter?s por el imperio de la ley, la generalizada desidia ante la corrupci?n p?blica y privada y la falta de fe en el futuro.
Esta aparente carencia de esperanza es caracterizada por el individualismo que dificulta la cohesi?n social imprescindible para asumir proyectos colectivos de bien com?n. La desesperanza tambi?n explica la propensi?n emigratoria del dominicano (que recuerda las palabras de Plutarco: “navigare est necesse, vivere non est necesse”, o sea “navegar es necesario, vivir no…”).
En la ra?z de todos estos problemas hay un denominador com?n: la falta del imperio de la ley. Sin esto no hay posibilidad de sostenibilidad. Algunos pol?ticos repiten cada cierto tiempo que somos un pa?s rico pobremente administrado y la mayor?a cree que se refieren solo a la prosperidad material. Pero quiz?s la mayor pobreza dominicana, cuya soluci?n impacta todos nuestros problemas, es la carencia de un gran consenso nacional sobre la necesidad de que impere, por encima de hombres e intereses particulares, la ley.
Tras el fugaz esplendor inicial de Santo Domingo y luego durante su prolongado letargo colonial, la costumbre de “acatar pero no cumplir” fue extendi?ndose hasta dar origen posteriormente a la frase atribuida a un dictador de finales del siglo XIX: “Para mis amigos, ?todo! A los dem?s, todo el peso y rigor de la ley!”. Que la aplicaci?n de las leyes sea una cuesti?n selectiva est? en la ra?z misma de la mayor?a si no todos los problemas dominicanos.
?Otra causa ra?z? La corrupci?n impune.
Para muchos empresarios, la corrupci?n privada y p?blica es el mayor problema dominicano. Seg?n la Alianza Dominicana Contra la Corrupci?n (Adocco), la corrupci?n en la contrataci?n de obras p?blicas por el gobierno “supone un robo de alrededor de RD$100,000 millones” en 2011. ?Ser? verdad que un valor casi igual a 5% del PIB dominicano y m?s del 25% del gasto total gubernamental en 2011 fue robado por funcionarios y contratistas corruptos? La cifra aparenta exagerada pero da una idea de la tremenda magnitud del problema. A juzgar por recientes encuestas de opini?n, la mayor?a de la poblaci?n no comparte el criterio del empresariado en cuanto a la gravedad de la corrupci?n. Alg?n c?nico dir?a que ello es as? porque los que no est?n robando est?n aguardando su turno…
Podr?a argumentarse que los retos actuales y del porvenir son otros: la terrible instrucci?n p?blica, la mala seguridad ciudadana, la interminable crisis el?ctrica, el auge del tr?fico de drogas, la impunidad y los problemas de sana administraci?n de justicia, la falta de democracia a lo interno de los partidos pol?ticos; la lista puede parecer interminable y cada asunto en verdad resulta importante. Pero todos y cada uno de estos, y otros no enumerados, dependen para su soluci?n de la voluntad pol?tica de la sociedad civil y del Gobierno para priorizar e imponer el imperio de la ley o “rule of law”.
De no lograrse el imperio de la ley, la funci?n p?blica cesar?a as? su misi?n de organizar y facilitar la vida en com?n, sujeta a los constre?imientos de legales, para confirmarse como una vulgar canonj?a. En vez de estar el Gobierno al servicio de pueblo, todos los ciudadanos estar?an condenados a financiar una clase gobernante que no resuelve ning?n problema colectivo.
Hay desde hace tiempo indicios de c?mo la sociedad dominicana camina por ese angustiante derrotero: al faltar agua del acueducto construimos cisternas con bombas el?ctricas; al fallar la instrucci?n p?blica hasta los m?s pobres prefieren las escuelitas “particulares” aun sean “de patio”; al renquear los hospitales p?blicos florecen las igualas y seguros privados; al tem?rsele a los polic?as tanto o m?s que a los ladrones, hay m?s “guachimanes” privados que agentes del orden; al ser malo el transporte p?blico de pasajeros hay una epidemia de “motoconchistas” inmunes a las leyes del tr?nsito; al abundar los apagones y el mal servicio el?ctrico, hasta hombres dizque serios se roban la luz; en fin, hay casi m?s habitantes que ciudadanos. ?Acatan pero no cumplen!
… Si no logramos el imperio de la ley, seguiremos careciendo de educaci?n, salud, seguridad p?blica, honestidad en la funci?n p?blica, electricidad, orden en el tr?nsito y todos los atributos de la vida en com?n civilizada y moderna. Establecer el imperio de la ley es el mayor reto de la Rep?blica Dominicana.
Imperio de la ley
World Justice Project, una ONG radicada en Washington, Estados Unidos, dedicada a promover el imperio de la ley, lo define de la siguiente manera: 1) El Gobierno y todos sus funcionarios est?n por debajo de la ley; 2) Las leyes son claras, estables, justas y protegen a los ciudadanos; 3) El proceso legislativo y judicial es accesible y eficiente; y 4) Hay acceso universal a una justicia competente, independiente, ?tica y con recursos adecuados."
Quoted from:
Retos presentes y futuros de la Rep?blica Dominicana - Hoy Digital
donP
I will say it again:
All boils down to the fact that this state is virtually lawless.
[Of course, the existing laws are more or less the same as in any civilized country, maybe even copied from them.
But they are not applied or applied not evenly and the justice system is corrupt and rotten to the core.]
As neither Spanish nor English is my mother tongue, I ask Sr. PICHARDO to translate the following please:
"(...) c?mo enfrentar los retos (...)
Entre los primeros est?n la falta de energ?a el?ctrica barata y confiable, la carencia de suficientes escuelas y hospitales o la necesidad de crear m?s y mejores empleos, aumentar la producci?n y exportaci?n y equilibrar los presupuestos gubernamentales. Entre los segundos, el desinter?s por el imperio de la ley, la generalizada desidia ante la corrupci?n p?blica y privada y la falta de fe en el futuro.
Esta aparente carencia de esperanza es caracterizada por el individualismo que dificulta la cohesi?n social imprescindible para asumir proyectos colectivos de bien com?n. La desesperanza tambi?n explica la propensi?n emigratoria del dominicano (que recuerda las palabras de Plutarco: “navigare est necesse, vivere non est necesse”, o sea “navegar es necesario, vivir no…”).
En la ra?z de todos estos problemas hay un denominador com?n: la falta del imperio de la ley. Sin esto no hay posibilidad de sostenibilidad. Algunos pol?ticos repiten cada cierto tiempo que somos un pa?s rico pobremente administrado y la mayor?a cree que se refieren solo a la prosperidad material. Pero quiz?s la mayor pobreza dominicana, cuya soluci?n impacta todos nuestros problemas, es la carencia de un gran consenso nacional sobre la necesidad de que impere, por encima de hombres e intereses particulares, la ley.
Tras el fugaz esplendor inicial de Santo Domingo y luego durante su prolongado letargo colonial, la costumbre de “acatar pero no cumplir” fue extendi?ndose hasta dar origen posteriormente a la frase atribuida a un dictador de finales del siglo XIX: “Para mis amigos, ?todo! A los dem?s, todo el peso y rigor de la ley!”. Que la aplicaci?n de las leyes sea una cuesti?n selectiva est? en la ra?z misma de la mayor?a si no todos los problemas dominicanos.
?Otra causa ra?z? La corrupci?n impune.
Para muchos empresarios, la corrupci?n privada y p?blica es el mayor problema dominicano. Seg?n la Alianza Dominicana Contra la Corrupci?n (Adocco), la corrupci?n en la contrataci?n de obras p?blicas por el gobierno “supone un robo de alrededor de RD$100,000 millones” en 2011. ?Ser? verdad que un valor casi igual a 5% del PIB dominicano y m?s del 25% del gasto total gubernamental en 2011 fue robado por funcionarios y contratistas corruptos? La cifra aparenta exagerada pero da una idea de la tremenda magnitud del problema. A juzgar por recientes encuestas de opini?n, la mayor?a de la poblaci?n no comparte el criterio del empresariado en cuanto a la gravedad de la corrupci?n. Alg?n c?nico dir?a que ello es as? porque los que no est?n robando est?n aguardando su turno…
Podr?a argumentarse que los retos actuales y del porvenir son otros: la terrible instrucci?n p?blica, la mala seguridad ciudadana, la interminable crisis el?ctrica, el auge del tr?fico de drogas, la impunidad y los problemas de sana administraci?n de justicia, la falta de democracia a lo interno de los partidos pol?ticos; la lista puede parecer interminable y cada asunto en verdad resulta importante. Pero todos y cada uno de estos, y otros no enumerados, dependen para su soluci?n de la voluntad pol?tica de la sociedad civil y del Gobierno para priorizar e imponer el imperio de la ley o “rule of law”.
De no lograrse el imperio de la ley, la funci?n p?blica cesar?a as? su misi?n de organizar y facilitar la vida en com?n, sujeta a los constre?imientos de legales, para confirmarse como una vulgar canonj?a. En vez de estar el Gobierno al servicio de pueblo, todos los ciudadanos estar?an condenados a financiar una clase gobernante que no resuelve ning?n problema colectivo.
Hay desde hace tiempo indicios de c?mo la sociedad dominicana camina por ese angustiante derrotero: al faltar agua del acueducto construimos cisternas con bombas el?ctricas; al fallar la instrucci?n p?blica hasta los m?s pobres prefieren las escuelitas “particulares” aun sean “de patio”; al renquear los hospitales p?blicos florecen las igualas y seguros privados; al tem?rsele a los polic?as tanto o m?s que a los ladrones, hay m?s “guachimanes” privados que agentes del orden; al ser malo el transporte p?blico de pasajeros hay una epidemia de “motoconchistas” inmunes a las leyes del tr?nsito; al abundar los apagones y el mal servicio el?ctrico, hasta hombres dizque serios se roban la luz; en fin, hay casi m?s habitantes que ciudadanos. ?Acatan pero no cumplen!
… Si no logramos el imperio de la ley, seguiremos careciendo de educaci?n, salud, seguridad p?blica, honestidad en la funci?n p?blica, electricidad, orden en el tr?nsito y todos los atributos de la vida en com?n civilizada y moderna. Establecer el imperio de la ley es el mayor reto de la Rep?blica Dominicana.
Imperio de la ley
World Justice Project, una ONG radicada en Washington, Estados Unidos, dedicada a promover el imperio de la ley, lo define de la siguiente manera: 1) El Gobierno y todos sus funcionarios est?n por debajo de la ley; 2) Las leyes son claras, estables, justas y protegen a los ciudadanos; 3) El proceso legislativo y judicial es accesible y eficiente; y 4) Hay acceso universal a una justicia competente, independiente, ?tica y con recursos adecuados."
Quoted from:
Retos presentes y futuros de la Rep?blica Dominicana - Hoy Digital
donP