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anonymous
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Una criolla enfrentar?a la pena de muerte en Nueva Jersey
Despu?s de siete meses, la dominicana Mar?a Cruz podr?a ver reabierto el caso del cual se libr?.
DAVID VI?UALES
NUEVA YORK.-
A veces, hablar demasiado, puede costar muy caro. Eso le puede pasar a la dominicana Mar?a Cruz, alias ?Fella?. De verse libre de cargos en una acusaci?n de asesinato, unas declaraciones suyas pueden llevarla a convertirse en la segunda mujer que enfrenta la pena de muerte en el estado de Nueva Jersey.
Su caso parece sacado de una pel?cula de gansters. Los cargos que manejaba la fiscal?a de Essex la describ?an como el ?cerebro? que hab?a ideado el asesinato en 1994 de Agripino G?mez, que le hab?a prestado dinero para que abriera dos bodegas. Hace algo m?s de un mes, la falta de pruebas, y la decisi?n de un testigo de no declarar ante el juez, provocaron que Cruz se librase del juicio, que qued? paralizado despu?s de siete meses de selecci?n de jurado (un r?cord en Nueva Jersey).
Ahora las cosas no parecen tan sencillas. El testigo, Jos? Vargas, ha decidido presentarse ante el juez y dar su versi?n de los hechos. A ?l no le gustaron unas declaraciones que la sospechosa ofreci? a un canal hispano de televisi?n en las que le dejaba mal parado al afirmar que buscar?a en su coraz?n para perdonar a Vargas por querer inculparle.
Seg?n public? un peri?dico local del ?rea de Nueva Jersey, Vargas ha cambiado de opini?n por esas palabras y, seg?n su abogado, porque en ese entonces tem?a por su vida. ??El se?or Vargas me ha dicho que ha tenido un cambio de opini?n y desea testificar??, asegur? el abogado John McMahon. Pero tambi?n tiene buenas razones.
El se declar? culpable del asesinato de G?mez y fue sentenciado a cuarenta a?os de prisi?n (deber? cumplir veinte antes de solicitar la libertad condicional). Si llega a un acuerdo con la fiscal?a, ?ste podr?a reducir su sentencia a cambio de testificar en contra de Cruz.
De esta forma, el panorama queda m?s despejado. La acusaci?n contra la mujer dominicana la sit?a como la ?cerebro? y la persona que pag? a Vargas y Sergio Brito (el otro c?mplice) para que asesinaran a G?mez. Sin pruebas, pero con la declaraci?n jurada de uno de los matones, la fiscal?a podr?a tratar de reabrir el juicio y pedir la pena de muerte.
Cruz, de 58 a?os, madre de seis hijos y residente en Newark (Nueva Jersey) se cre?a muy tranquila cuando le ofreci? las declaraciones a los dos noticieros hispanos del ?rea. Pero esas palabras pueden llevarle directamente a la c?rcel o, incluso, al corredor de la muerte. Aunque la fiscal?a todav?a no ha decidido lo que va a hacer.
En el caso presentado, Vargas asegur? inicialmente que Cruz le hab?a contratado para matar a G?mez, un amigo de infancia de la sospechosa. Supuestamente, el d?a de los hechos, la mujer fue a la bodega para pagarle la deuda. Cuando Vargas y Brito llegaron al negocio, ella estaba apuntando a G?mez con una pistola.
Dice la acusaci?n que entre los tres comenzaron a golpearle hasta que lo dejaron inconsciente. Despu?s lo metieron en una bolsa pl?stica y se lo llevaron a una zona semiabandonada. All?, Vargas le dej? caer una bloque de concreto en la cabeza. Condujeron el veh?culo hasta otra ?rea y le prendieron fuego. Por eso, Cruz supuestamente pag? a los dos matones 2,000 d?lares.
Por el momento no se sabe qu? puede ocurrir, la fiscal?a no ha dado su opini?n y los abogados de Cruz dicen estar preparados para ir otra vez al tribunal. Mientras tanto, las familias de Vargas y de G?mez, imploran para que el proceso se reabra.
Despu?s de siete meses, la dominicana Mar?a Cruz podr?a ver reabierto el caso del cual se libr?.
DAVID VI?UALES
NUEVA YORK.-
A veces, hablar demasiado, puede costar muy caro. Eso le puede pasar a la dominicana Mar?a Cruz, alias ?Fella?. De verse libre de cargos en una acusaci?n de asesinato, unas declaraciones suyas pueden llevarla a convertirse en la segunda mujer que enfrenta la pena de muerte en el estado de Nueva Jersey.
Su caso parece sacado de una pel?cula de gansters. Los cargos que manejaba la fiscal?a de Essex la describ?an como el ?cerebro? que hab?a ideado el asesinato en 1994 de Agripino G?mez, que le hab?a prestado dinero para que abriera dos bodegas. Hace algo m?s de un mes, la falta de pruebas, y la decisi?n de un testigo de no declarar ante el juez, provocaron que Cruz se librase del juicio, que qued? paralizado despu?s de siete meses de selecci?n de jurado (un r?cord en Nueva Jersey).
Ahora las cosas no parecen tan sencillas. El testigo, Jos? Vargas, ha decidido presentarse ante el juez y dar su versi?n de los hechos. A ?l no le gustaron unas declaraciones que la sospechosa ofreci? a un canal hispano de televisi?n en las que le dejaba mal parado al afirmar que buscar?a en su coraz?n para perdonar a Vargas por querer inculparle.
Seg?n public? un peri?dico local del ?rea de Nueva Jersey, Vargas ha cambiado de opini?n por esas palabras y, seg?n su abogado, porque en ese entonces tem?a por su vida. ??El se?or Vargas me ha dicho que ha tenido un cambio de opini?n y desea testificar??, asegur? el abogado John McMahon. Pero tambi?n tiene buenas razones.
El se declar? culpable del asesinato de G?mez y fue sentenciado a cuarenta a?os de prisi?n (deber? cumplir veinte antes de solicitar la libertad condicional). Si llega a un acuerdo con la fiscal?a, ?ste podr?a reducir su sentencia a cambio de testificar en contra de Cruz.
De esta forma, el panorama queda m?s despejado. La acusaci?n contra la mujer dominicana la sit?a como la ?cerebro? y la persona que pag? a Vargas y Sergio Brito (el otro c?mplice) para que asesinaran a G?mez. Sin pruebas, pero con la declaraci?n jurada de uno de los matones, la fiscal?a podr?a tratar de reabrir el juicio y pedir la pena de muerte.
Cruz, de 58 a?os, madre de seis hijos y residente en Newark (Nueva Jersey) se cre?a muy tranquila cuando le ofreci? las declaraciones a los dos noticieros hispanos del ?rea. Pero esas palabras pueden llevarle directamente a la c?rcel o, incluso, al corredor de la muerte. Aunque la fiscal?a todav?a no ha decidido lo que va a hacer.
En el caso presentado, Vargas asegur? inicialmente que Cruz le hab?a contratado para matar a G?mez, un amigo de infancia de la sospechosa. Supuestamente, el d?a de los hechos, la mujer fue a la bodega para pagarle la deuda. Cuando Vargas y Brito llegaron al negocio, ella estaba apuntando a G?mez con una pistola.
Dice la acusaci?n que entre los tres comenzaron a golpearle hasta que lo dejaron inconsciente. Despu?s lo metieron en una bolsa pl?stica y se lo llevaron a una zona semiabandonada. All?, Vargas le dej? caer una bloque de concreto en la cabeza. Condujeron el veh?culo hasta otra ?rea y le prendieron fuego. Por eso, Cruz supuestamente pag? a los dos matones 2,000 d?lares.
Por el momento no se sabe qu? puede ocurrir, la fiscal?a no ha dado su opini?n y los abogados de Cruz dicen estar preparados para ir otra vez al tribunal. Mientras tanto, las familias de Vargas y de G?mez, imploran para que el proceso se reabra.